Ya
hace tras semanas que estamos disfrutando en PeCA, nuestro “Pequeñísimo Centro
de Arte”, la obra de Fonso Paradelo.
Es
un verdadero placer entrar cada día al Estudio y contemplarla.
Cada
día descubro matices, luces y sombras que me emocionan, cada día me admiro más
de la belleza que encierran, de la maestría de su autor...
Incluso
su título “Mujeres con luz barroca” me parece magistral y es que, realmente,
esa luz barroca envuelve las obras, sale del cuadro con todo su dramatismo y
nos transporta a esos claroscuros sublimes de los grandes maestros, Tiziano,
Caravaggio, Ribera..., sin perder ni por un momento su contemporaneidad, la
contemporaneidad de reconocer esos rostros, de saber que son mujeres del cine,
de nuestro cine reciente, que viven en nuestro mundo actual, conviven con
nosotros en este tiempo...
De
“Muchacha contemplando un cuadro rojo” (obra que no forma parte de la serie
“Mujeres con luz barroca”, pero que dialoga con ellas con gran naturalidad)
solo puedo decir que es sin duda la mejor obra que ha pasado por nuestro
Pequeñísimo Centro de Arte y que me fascina cada día más.
Hay
más obras, igualmente fantásticas.
No
me voy a extender más en comentarlas todas.
Hay
que verlas.
Solo
haré una reseña más sobre los dos “torsos” que yo definiría como Arte Povera.
Esa
unión de elementos modernos, inconexos, maniquís, cables, tubos de plástico,
goma, tuercas y tornillos...
Igualmente,
en su modernidad material, me llevan a las grandes obras clásicas y no puedo
evitar rememorar al Minotauro, Adán y Eva, Venus, Zeus, el Íncubo...
Qué
espectacular contraste con el realismo absoluto de las pinturas...
No
se puede describir... hay que verlo.
Magda.