Este fin de semana hemos visitado en el Guggenheim Bilbao la exposición Jeff Koons - Retrospectiva. Y aunque no hemos salido contentos... pues eso, ya que tenemos el blog, pues publicamos nuestra crítica. Magda García y Marco Echevarría.
Después de conocer mucho y admirar las obras de Jeff Koons que el Guggengeim Bilbao tiene permanentemente expuestas, visité con gran interés la muestra “Jeff Koons – Retrospectiva”; la palabra que describe con total exactitud mi impresión es “DECEPCIÓN”.
La grandísima mayoría de las obras expuestas no transmiten,
por si solas, ABSOLUTAMENTE NADA, no exhiben maestría, estilo, técnica… nada. Creo que hasta el propio Koons es tan consciente
de ello que ha inventado todo un argumentario sociológico para dotarlas de contenido.
Lo intenté una y otra vez… nada, imposible sentir la menor
emoción, impacto o admiración. Imposible entender nada sin leer los rolletes que aparecen a la entrada
de cada sala y/o escuchar la audioguía. La audioguía, para mí, suele ser un
trasto que me pesa durante toda le exposición,
siempre la cojo, pero casi nunca la utilizo, ya que la mayoría de las
veces las obras hablan por sí mismas, tanto… que la audioguía rompe la magia. Cómo
he disfrutado con el gran Braque, con Hockney, con Klein… en todas ellas con la
audioguía colgando de mi brazo, innecesaria…
Las obras de Koons, al menos para mí, están mudas. No dicen
nada… todas las explicaciones que se inventa el autor: reflejo de su sociedad,
lucha de clases, iconografía del siglo XX, denuncia del consumismo… sencillamente,
no están en su obra.
Marco Echevarría
Enormemente decepcionante. ¡Aún no me creo que Jeff Koons
sea el artista vivo mejor pagado del mundo! Esperaba una obra frívola y ligera,
pero no vacía y fútil. El arte no tiene por qué ser bello, o impactante, o
concienciador, o vanguardista, o escandalizador… No tiene por qué ser nada de
esto, pero si debe transmitir emociones. Cuando visito una exposición y salgo
exactamente igual que he entrado, sin ninguna vibración en mi espíritu, sin que
algo haya agitado mis sentidos, siempre pienso que ha sido una pérdida de
tiempo. Si además se me presenta en un gran museo y como algo realmente
espectacular de un maravilloso artista, entonces lo que me siento es estafado.
Si a alguien le parece excesiva, o grosera, mi foto, le
responderé lo mismo que explicamos ayer Magda y yo a nuestra hija, cuando al
salir de la exposición les comenté mi intención. Si Jeff Koons se permite no
solo mostrarnos, sino presentarnos como una gran obra de arte, grandísimas
imágenes y esculturas de sí mismo follando con Cicciolina, no creo que vaya a
escandalizarse porque yo publique una foto que muestra gestualmente lo que me
pareció su obra.
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